La creación del hombre y la mujer según Platón.
En el libro Relato de la creación del hombre y la mujer, Platón escribe que al principio de la creación, los hombres y las mujeres no eran como son hoy. Existió un ser, que era bajo, con un cuerpo y un cuello, pero cuya cabeza tenía dos caras, cada una mirando en una dirección. Como si dos criaturas estuviesen pegadas por su espalda, con dos sexos opuestos, cuatro piernas, cuatro brazos.
Según Platón, los dioses griegos, estaban celosos, y vieron que una criatura que tenía cuatro brazos trabajaba más, dos caras opuestas estaban siempre vigilantes y no podían ser atacadas a traición, cuatro piernas no exigían tanto esfuerzo para mantenerse de pie o andar durante largos períodos. Y lo que era más peligroso: la criatura tenía dos sexos diferentes, no necesitaba a nadie más para seguir reproduciéndose en la tierra. Por lo que dijo Zeus, el señor del Olimpo: “Tengo un plan para hacer que estos mortales pierdan su fuerza”.Y con un rayo, partió a la criatura en dos, y así creó al hombre y a la mujer".
Después de que Zeus destruyese a la criatura, los textos dan testimonio de que la población del mundo aumento, y al mismo tiempo desorientó y debilitó a los que en él habitaban, porque ahora tenían que buscar su parte perdida, abrazarla de nuevo, y en ese abrazo recuperar la antigua fuerza y con ella la capacidad de evitar la traición, la resistencia para andar largos periodos y soportar el trabajo agotador.
A ese abrazo donde los dos cuerpos se confunden de nuevo en uno, lo llamamos sexo, amor. Un abrazo en el que el hombre y la mujer recupera una de sus energías ancestrales de la Creación. Abrazar es ceñir o rodear algo o a alguien con los brazos, especialmente como muestra de afecto o cariño.Esta expresión de afecto tiene un significado muy profundo en las culturas de la Antigüedad, como lo relata Platón.
Realizado por: Flor Zarahí Torres González.
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